Esta tarde fría y turbia
me muerden los recuerdos
los dedos de los pies.
Y van subiendo.
Dormiría con cuervos negros
a la sombra de Palas
si con ellos Leonor volviera.
Allan Poe también
pronunció "Nunca más"
en mi oído tibio y trémulo.
Pero yo apenas podía
creerme debajo de su aliento.
Le extraña demasiado mi piel
desconcertada mientras duele
el siglo XIX dentro de las venas.
Le extraña demasiado mi piel
desconcertada mientras duele
el siglo XIX dentro de las venas.
No lograré escapar,
pese a todo,
de este no saber parar,
de querer seguir intentando.
Definitivamente,
soy demasiado mayor
para estar tan loca.
Adoro hablar contigo.
ResponderEliminarYo más.
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