Entiendo a los que tienen la mirada perdida en otro lugar, siempre invisible.
Distancia.
A los que parecen guardar un secreto.
Decepción.
A los que sonríen pesadamente.
Dolor.
A los de corazón y mente nublada.
Derrumbe.
A los que se golpean sin llegar a preguntar.
Daño.
A los que cayeron y vieron que levantarse dolía aún más.
Duelo.
Lo sé. Yo también he estado allí.
Dentro. A veces.
El inesperado aleteo de la libélula
Mírala... ya se fue.
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viernes, 13 de diciembre de 2013
miércoles, 11 de diciembre de 2013
La playa
Estoy hecha de frío
y sal.
Camino sobre la playa,
llena de invierno;
me pierdo
en esta tarde que es
blanca y negra,
envuelta en
luz oscura y lenta.
Estoy hecha de agua
y viento.
Sobre la arena donde
una vez me perdí,
vacía y solitaria;
el mar y la brisa
me susurran lejanas
leyendas que cuentan
demasiado de mí.
Saben bien que jamás
dejaré de tener frío.
De ser frío. Y arena. Y desierto.
Y ser, todavía,
más frío.
y sal.
Camino sobre la playa,
llena de invierno;
me pierdo
en esta tarde que es
blanca y negra,
envuelta en
luz oscura y lenta.
Estoy hecha de agua
y viento.
Sobre la arena donde
una vez me perdí,
vacía y solitaria;
el mar y la brisa
me susurran lejanas
leyendas que cuentan
demasiado de mí.
Saben bien que jamás
dejaré de tener frío.
De ser frío. Y arena. Y desierto.
Y ser, todavía,
más frío.
viernes, 13 de septiembre de 2013
Game over again
Aquella tarde templada de azul y luz -como una de tantas en la que el corazón la empujaba a jugar- se imaginó con él, comenzando de nuevo.
Pensó en las citas que tendrían, los paseos por el parque, perfectos, como en las escenas que tanto le gustaba ver en blanco y negro. Soñó con las mariposas en el estómago, en su vestido, en su pelo; él apartándolas con cuidado, para que no le dolieran demasiado las caricias de alas. Imaginó las tardes en su casa, o en su sofá, entre las almohadas, sus almohadas finalmente. Las películas y las charlas. La feliz y dulce rutina. Entonces pensó también en las listas de la compra, en la primera discusión y en arreglarlo después en la cama; en las lágrimas en el baño, en las treguas selladas con besos y en la pasión renovada. Pero, como les suele ocurrir a los corazones intrépidos, no supo parar a tiempo y se dejó arropar por la visión imparable y desenfrenada del desencanto, de sus miserias entre las sábanas. De los pelos llenando su lavabo y del vacío entre sus costillas; escuchó el portazo, sintió la ausencia en el espejo, en los cajones y en su colchón ligero de cargas.
Tras la despedida se sintió, de repente, infinitamente liberada.
Pensó en las citas que tendrían, los paseos por el parque, perfectos, como en las escenas que tanto le gustaba ver en blanco y negro. Soñó con las mariposas en el estómago, en su vestido, en su pelo; él apartándolas con cuidado, para que no le dolieran demasiado las caricias de alas. Imaginó las tardes en su casa, o en su sofá, entre las almohadas, sus almohadas finalmente. Las películas y las charlas. La feliz y dulce rutina. Entonces pensó también en las listas de la compra, en la primera discusión y en arreglarlo después en la cama; en las lágrimas en el baño, en las treguas selladas con besos y en la pasión renovada. Pero, como les suele ocurrir a los corazones intrépidos, no supo parar a tiempo y se dejó arropar por la visión imparable y desenfrenada del desencanto, de sus miserias entre las sábanas. De los pelos llenando su lavabo y del vacío entre sus costillas; escuchó el portazo, sintió la ausencia en el espejo, en los cajones y en su colchón ligero de cargas.
Tras la despedida se sintió, de repente, infinitamente liberada.
martes, 28 de mayo de 2013
Te necesito
Necesitar
desesperadamente. Esperar. Desesperada espera. Esperar desesperada. Desesperanzadora esperanza. Luego, el silencio. Y luego, más allá,
nada.
desesperadamente. Esperar. Desesperada espera. Esperar desesperada. Desesperanzadora esperanza. Luego, el silencio. Y luego, más allá,
nada.
miércoles, 22 de mayo de 2013
Mensaje no enviado a las dos de la mañana
Tengo miedo.
Mucho.
Me aterra hasta el hecho
de contarte lo que temo.
Y, aún así,
siempre te lo he contado todo.
Será por eso que nunca
he conseguido que me quieras.
Me conoces demasiado.
Mucho.
Me aterra hasta el hecho
de contarte lo que temo.
Y, aún así,
siempre te lo he contado todo.
Será por eso que nunca
he conseguido que me quieras.
Me conoces demasiado.
domingo, 5 de mayo de 2013
Adiós
No quedan palabras.
Se las tragó el grito.
Ya no viven en mi boca,
nunca más conmigo.
Sé que se hicieron lágrimas
y buscaron su destino.
Se colaron por el lado oscuro
de tu ombligo.
Se fueron, traidoras, para
contarte mis secretos.
Duermen al compás del latido
de tu sien, la que recostabas
sobre mi pecho.
Me has dejado sin palabras.
Te has quedado el sollozo,
mi llanto y hasta el miedo.
Te has llevado el cariño y
hasta el ansia del deseo.
Ya no podré contarte que,
aunque no lo entiendas,
te querré más allá del tiempo.
Que por no poder decirte adiós,
no me alejaré de tu recuerdo.
Y no me queda nada más,
que no sea llamarte en silencio.
Se las tragó el grito.
Ya no viven en mi boca,
nunca más conmigo.
Sé que se hicieron lágrimas
y buscaron su destino.
Se colaron por el lado oscuro
de tu ombligo.
Se fueron, traidoras, para
contarte mis secretos.
Duermen al compás del latido
de tu sien, la que recostabas
sobre mi pecho.
Me has dejado sin palabras.
Te has quedado el sollozo,
mi llanto y hasta el miedo.
Te has llevado el cariño y
hasta el ansia del deseo.
Ya no podré contarte que,
aunque no lo entiendas,
te querré más allá del tiempo.
Que por no poder decirte adiós,
no me alejaré de tu recuerdo.
Y no me queda nada más,
que no sea llamarte en silencio.
miércoles, 3 de abril de 2013
Corto trayecto a la locura y media vuelta
Siempre me buscas,
niña-primavera, niña-que-florece,
por las calles pintadas
de versos.
El aire que traspasas es poema
que leo en silencio,
que vas dejando a tu paso
en un mar de palabras secretas.
Si pudiéramos navegar al París de la vanguardia
gritaríamos sin miedo por estar locas.
Tropiezas con los sinsentidos
-bailas- ríes- tropiezas-caminas-
y temes que algún día pronunciemos
un N-O-T-E-Q-U-I-E-R-O sanguinario.
Y no sabes (mientras te alejas),
niña-flor-amapola, niña-lluvia-fresca,
que me encanta que empapeles
las calles de versos;
que apalabres paredes o esquinas.
TE QUIERO SIEMPRE.
Tú eres ráfaga cuando no me atrevo a ser viento.
Y haces que todo este viaje por el camino
de baldosas amarillas tenga sentido. Algún día.
lunes, 1 de abril de 2013
Los mares ocultos
Me dijeron que escribiera, que sacara todo aquello que llevara dentro, los mares de pena y rabia. Y yo lo hice; lo inundé todo.
No les dije que no sé nadar.
No les dije que no sé nadar.
A oscuras
Quiero perderme
contigo, a tu lado
en una sala de cine
antigua y escondida.
Amarte a oscuras,
sin pensar que pueda
perderte al llegar
los créditos finales.
contigo, a tu lado
en una sala de cine
antigua y escondida.
Amarte a oscuras,
sin pensar que pueda
perderte al llegar
los créditos finales.
domingo, 31 de marzo de 2013
Mientras me alejo
Yo me fui
y él se quedó.
Se quedó con todo,
hasta con los sueños.
Se quedó el corazón
y su amor, guardado.
Y se quedó
también el mío,
desgarrado.
y él se quedó.
Se quedó con todo,
hasta con los sueños.
Se quedó el corazón
y su amor, guardado.
Y se quedó
también el mío,
desgarrado.
lunes, 25 de marzo de 2013
Se escapan los sueños
A veces sueño
que quiero escapar
de mis sueños.
Otras veces,
cuando sueño
son mis propias
creaciones de sueño
las que siempre
intentan escapar
de mí.
que quiero escapar
de mis sueños.
Otras veces,
cuando sueño
son mis propias
creaciones de sueño
las que siempre
intentan escapar
de mí.
lunes, 18 de marzo de 2013
Maldita nostalgia
Ya no sé qué más recuerdos de mí
construirte para que te hagan sentir
la misma maldita nostalgia que para ti
es tan fácil causarme.
construirte para que te hagan sentir
la misma maldita nostalgia que para ti
es tan fácil causarme.
lunes, 4 de marzo de 2013
Calcetines
Ya ves,
que después
de casi tres
años, he dejado
de llorar por ti
y he comenzado
a hacerlo por mí,
por los bancos de los parques
que se mojan por las tardes,
por los calcetines que traga mi lavadora
por todos los calcetines desparejados,
por las ganas de besar de mi boca,
por los besos que habrás olvidado,
por como me insulta tu foto en silencio,
por las comedias románticas,
por haberte tomado tan en serio,
por las calles que aguantan solitarias
durante las largas noches oscuras,
por los perros cuando aúllan
a los perros de cualquier otra parte.
Definitivamente,
no te burles,
empiezo a superarte.
que después
de casi tres
años, he dejado
de llorar por ti
y he comenzado
a hacerlo por mí,
por los bancos de los parques
que se mojan por las tardes,
por los calcetines que traga mi lavadora
por todos los calcetines desparejados,
por las ganas de besar de mi boca,
por los besos que habrás olvidado,
por como me insulta tu foto en silencio,
por las comedias románticas,
por haberte tomado tan en serio,
por las calles que aguantan solitarias
durante las largas noches oscuras,
por los perros cuando aúllan
a los perros de cualquier otra parte.
Definitivamente,
no te burles,
empiezo a superarte.
Autocrítica
Cuando, por fin, aceptas
que eres un ser patético
comienzas a comprender
que no hay mejor defensa,
que un buen silencio.
que eres un ser patético
comienzas a comprender
que no hay mejor defensa,
que un buen silencio.
viernes, 22 de febrero de 2013
Agárralo como puedas
Algunos creen
que no es adecuado
que una se ajuste
el corazón
como una corbata,
nudo a la garganta,
siendo una mujer.
Así que agarro
al incomprendido
que no entiende nada,
y lo convierto pronto
en una mueca amarga.
Y después, por no
molestar demasiado
a quien mira, me desvisto
la mueca, para que
así quede, en silencio,
la natural amargura.
que no es adecuado
que una se ajuste
el corazón
como una corbata,
nudo a la garganta,
siendo una mujer.
Así que agarro
al incomprendido
que no entiende nada,
y lo convierto pronto
en una mueca amarga.
Y después, por no
molestar demasiado
a quien mira, me desvisto
la mueca, para que
así quede, en silencio,
la natural amargura.
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