Necesitar
desesperadamente. Esperar. Desesperada espera. Esperar desesperada. Desesperanzadora esperanza. Luego, el silencio. Y luego, más allá,
nada.
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martes, 28 de mayo de 2013
miércoles, 22 de mayo de 2013
Mensaje no enviado a las dos de la mañana
Tengo miedo.
Mucho.
Me aterra hasta el hecho
de contarte lo que temo.
Y, aún así,
siempre te lo he contado todo.
Será por eso que nunca
he conseguido que me quieras.
Me conoces demasiado.
Mucho.
Me aterra hasta el hecho
de contarte lo que temo.
Y, aún así,
siempre te lo he contado todo.
Será por eso que nunca
he conseguido que me quieras.
Me conoces demasiado.
domingo, 5 de mayo de 2013
Adiós
No quedan palabras.
Se las tragó el grito.
Ya no viven en mi boca,
nunca más conmigo.
Sé que se hicieron lágrimas
y buscaron su destino.
Se colaron por el lado oscuro
de tu ombligo.
Se fueron, traidoras, para
contarte mis secretos.
Duermen al compás del latido
de tu sien, la que recostabas
sobre mi pecho.
Me has dejado sin palabras.
Te has quedado el sollozo,
mi llanto y hasta el miedo.
Te has llevado el cariño y
hasta el ansia del deseo.
Ya no podré contarte que,
aunque no lo entiendas,
te querré más allá del tiempo.
Que por no poder decirte adiós,
no me alejaré de tu recuerdo.
Y no me queda nada más,
que no sea llamarte en silencio.
Se las tragó el grito.
Ya no viven en mi boca,
nunca más conmigo.
Sé que se hicieron lágrimas
y buscaron su destino.
Se colaron por el lado oscuro
de tu ombligo.
Se fueron, traidoras, para
contarte mis secretos.
Duermen al compás del latido
de tu sien, la que recostabas
sobre mi pecho.
Me has dejado sin palabras.
Te has quedado el sollozo,
mi llanto y hasta el miedo.
Te has llevado el cariño y
hasta el ansia del deseo.
Ya no podré contarte que,
aunque no lo entiendas,
te querré más allá del tiempo.
Que por no poder decirte adiós,
no me alejaré de tu recuerdo.
Y no me queda nada más,
que no sea llamarte en silencio.
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